CIRUGÍAS DE MAMAS

El pecho tuberoso es así llamado por su atípica y peculiar forma, independientemente del tamaño que tenga la mama. Aunque mantiene las funciones propias del pecho en la mujer (lactancia), esta peculiaridad hace que las pacientes que presentan esta malformación no estén contentas con su aspecto. La denominación pecho tuberoso también es conocida como mama constricta o constreñida, pecho tubular o mama tuberosa.
Pecho tuberoso
Existen distintas clasificaciones médicas y grados de tuberosidad, en función de la deficiente falta de desarrollo de la mama; del retraimiento o no de la misma; del volumen y tamaño del pecho; y de las posibles desviaciones de la areola. Pero podemos afirmar que, al menos una de cada tres mujeres presentan algún grado de pecho tuberoso.
La operación de pecho tuberoso, que en muchas ocasiones se realiza combinada con otras cirugías del pecho (Aumento de pecho; Mastopexia), es uno de los procedimientos de cirugía estética más agradecidos por las pacientes que se someten a estas intervenciones.
El Preoperatorio
Aunque la operación de pecho tuberoso es realizada en todo el mundo, no deja de ser una operación quirúrgica. Para un pecho tuberoso es necesario un preoperatorio que el cirujano le indicará en consulta (analíticas, cuidados especiales, así como la lectura y firma del Consentimiento Informado).
La Operación
Aunque es una operación de corta duración, es aconsejable realizar el pecho tuberoso en un centro hospitalario que cuente con todas las medidas de seguridad, como disponer de una unidad de cuidados intensivos y siempre bajo el estricto control por el anestesista en el quirófano. Una vez dormida la paciente a la que se realizará el pecho tuberoso, se esteriliza el campo quirúrgico y se procede a la operación. Su cirujano le informará de qué medidas habituales y extraordinarias tiene en cuenta por su seguridad durante la intervención de pecho tuberoso, así como durante el postoperatorio a medio y largo plazo. El cirujano elegirá el producto y los medios técnicos y humanos que considere mejor para sus pacientes. En menos de una hora de tiempo la operación de pecho tuberoso está terminada y, como ya hemos mencionado, los implantes actuales de máxima calidad tienen una duración indefinida, aunque debemos someterlos a controles para asegurar su correcto estado a lo largo de los años. Es muy habitual combinar la cirugía de aumento de pecho con prótesis con la intervención de pecho tuberoso.
El Postoperatorio
El pecho tuberoso precisa analgesia, ya que el postoperatorio es doloroso. Además, la paciente debe guardar cierto reposo de los brazos y no realizar esfuerzos. Con buena analgesia y una baja laboral de pocos días, la paciente que se somete a un pecho tuberoso puede incorporarse a trabajar antes de una semana. Cierto es que no debe realizar esfuerzos con los brazos ya que dichos esfuerzos en las siguientes semanas tras la operación de pecho tuberosopodrían producir dolores, incomodidades o contracturas del músculo pectoral.
Tras la operación de pecho tuberoso la paciente deberá tener reposo de los brazos, con el fin de evitar desplazamiento de los implantes o sangrado. Son habituales la inflamación y el dolor tras la operación de pecho tuberoso, aunque ambas dependen de la técnica utilizada y del factor individual de cada cirujano y tipo de intervención. Una vez concluida la estancia hospitalaria tras el pecho tuberoso, la paciente debe seguir el tratamiento médico aconsejado, recomendándose además dormir boca arriba, mantener un sujetador específico o un vendaje, y no conducir ni hacer esfuerzos en los días siguientes a la operación de pecho tuberoso. Los ejercicios como correr, nadar o levantar pesas son los que la paciente que se ha sometido a un pecho tuberoso más tarda en realizar de nuevo. La incorporación al trabajo o al resto de la vida cotidiana se produce a los pocos días de la operación de pecho tuberoso.
Pecho tuberoso · Prótesis e implantes
Utilizamos un implante o prótesis mamaria que colocaremos en un plano profundo, ya sea debajo del músculo pectoral en la mayoría de los casos o bien bajo la fascia muscular en las circunstancias que así lo requieran. Para introducir el implante haremos una incisión en la zona inferior de la areola, o bien en el surco submamario según cada caso en particular. La prótesis no influye a la hora de dar lactancia materna ni altera las revisiones que el ginecólogo le hace periódicamente. Tampoco hay inconveniente para realizar mamografías, ecografías u otras pruebas diagnósticas que la paciente pudiera necesitar.
